El Edprin Es La Jaula De Las Locas ... Por SiLViO PéRez

Silvio Pérez
Corresponsal del Diario San José Ayer
Kabúl, en el país donde se desarrolla Rambo III

“Boca es un cabaret” dijo Diego Latorre en la década de los 90, cuando al equipo de la Ribera le sobraban los problemas y le faltaban los triunfos. La frase refería a la feroz interna que se vivía en el equipo xeneize, que enfrentaba a los bandos de las palomas y los halcones.

En aquel entonces, el líder del equipo era el Bamba Veira. Cuando digo líder, me refiero a líder desde lo táctico, técnico, estratégico, espiritual, y también en lo que refiere a ir a la vanguardia en materia de vestimenta, peinados, noche y gustos que alimentan el apetito carnal (un adelantado como Álvar Núñez Cabeza de Vaca, un precoz). CARPE DIEM supo decir el Bamba, frase célebre que acuñó cuando concurría a clases de latín en su Parque Patricios natal.

Como líder del plantel que era, y ante la frase de Latorre, el Bamba se dirigió a la prensa para desmentir los trascendidos en los siguientes términos: “Un cabaret es un lugar donde hay chicas.. que se desnudan... ganan plata.... Donde muchas veces he ido"………MOSTRO!!!!!! SABIO!!!!!! Aristóteles del fobal moderno!!!!!! Ahora, yo me pregunto, ¿qué tiene para decir el DT del Edprin ante la situación interna que vive su plantel? ¿Que se asemeja a un cabarulo?

Cuatro caídas consecutivas han precipitado una puja sin precedentes entre los futbolistas del equipo. Como en aquel Boca Jrs., dos bandos esgrimen una lucha a brazo partido para adjudicar al contrario la responsabilidad de la debacle: las nutrias y los tatitos.

Unos apuntan a la noche y su influencia en el aspecto físico como el desencadenante del momento del equipo. De hecho, afirman que el ex DT renunció ante la negativa de los jugadores del otro bando de firmar el Código de Ética, elaborado por el ex entrenador con el asesoramiento de Julio Ribas y el Toto Da Silveira (con prólogo del hermano de Julio, el de la Fundación WINNERS, y que salió a la venta por Editorial Planeta).

Los otros, arguyen que en realidad la noche no tiene nada que ver. La culpa la tiene la liga por fijar los partidos los domingos a una hora impropia…… es inhumano jugar un domingo a partir de las 20 hrs. A esa hora uno está acostado en su casa curando las heridas de una noche de patrullaje intensivo……. Además, dicen que los del otro bando no levantan las patas, que parecen robots adentro de la cancha, que les tirás una pared y te devuelven ladrillos, que son unos picapedreros, que no le hacen un gol ni al arcoíris, que tendrían que jugar al frontón o al Winning Eleven, pero nunca al futsal, fútbol de salón o “futebol de salao”. Acá abro un paréntesis porque hay que decir las cosas como son….el fútbol de salón lo inventaron los brasileros. Si están en el salón de clases juegan a la guinda con una guinda (fruta) de verdad, si están en el salón comedor practican tiros libres contra el ventanal mientras comen, si están en el salón de belleza dominan el balón mientras se hacen la permanente, y……como siempre, si van al carnaval menean las pelotas (que no se relaciona con el futsal pero hay que reconocer que la mueven). Además, tienen una ciudad que se llama Pelotas (“Pelotas de futebol de salao: a cidade de Penalty” reza el cartel que da la bienvenida). A nuestros hermanos brasileros el crédito que se merecen…..

Volviendo a lo nuestro ¿qué hay para decir de la situación del Edprin? Seguramente no podrán decir que el Edprin es un cabaret. Esto lo afirmo con propiedad, porque como hombre de la noche y los excesos (como viejo borracho y putañero que soy) conozco el ambiente y puedo confirmar que lejos está el equipo de asemejarse a un prostíbulo (queco, quilombo, puterío, amueblado, casa de masaje, whiskería, burdel, casa de citas, casa de putas, etc.). He aquí los por qué:

Primero
· Cuando uno va un prostíbulo estilo Lo de Nana, se topa con bellas y jóvenes mujeres llenas de lujuria para regalar.
· Cuando uno va a un prostíbulo estilo el ZUM ZUM, LOS CARDALES, LA CAPILLA, LOS PANCHOS, ALTAMAR, el que está pintado como una cebra o el 2 de Enero (dice la leyenda urbana que era un queco para secos), se topa con feas y viejas mujeres llenas de arrugas y descuentos en la tarifa para regalar.
· Cuando uno va al vestuario del Edprin, se topa con hombre peludos y faltos de forma (de entre 24 y 27 años) llenos de voluntad para regalar.

Segundo
· Cuando uno va a un prostíbulo estilo Lo de Nana, se topa con las fragancias de los perfumes importados y del Glade.
· Cuando uno va a un prostíbulo estilo el ZUM ZUM, LOS CARDALES, LA CAPILLA, LOS PANCHOS, ALTAMAR, el que está pintado como una cebra o el 2 de Enero (dice la leyenda urbana que era un queco para secos), se topa con las fragancias del perfume Michelle (Our Version of Carolina Herrera) y del queroseno.
· Cuando uno va al vestuario del Edprin, se topa con la inconfundible fragancia a Ratisalil con la que el player Guillermo Pérez embadurna el ambiente.

Tercero
· Cuando uno va a un prostíbulo estilo Lo de Nana, paga la tarifa para deshojar frescas margaritas.
· Cuando uno va a un prostíbulo estilo el ZUM ZUM, LOS CARDALES, LA CAPILLA, LOS PANCHOS, ALTAMAR, el que está pintado como una cebra o el 2 de Enero (dice la leyenda urbana que era un queco para secos), paga la tarifa como último recurso para deshojar una margarita a la que sólo le queda el tallo…..
· Cuando uno va al vestuario del Edprin, se paga la tarifa para jugar en un campeonato de fobal (por no decir, a la luz de los últimos resultados, se paga para hacerse romper el or..) …..

Cuarto
· Cuando uno sale de un prostíbulo estilo Lo de Nana, puede dirigirse a cenar a un restaurante exclusivo de la Rambla Portuaria de Punta del Este.
· Cuando uno va a un prostíbulo estilo el ZUM ZUM, LOS CARDALES, LA CAPILLA, LOS PANCHOS, ALTAMAR, el que está pintado como una cebra o el 2 de Enero (dice la leyenda urbana que era un queco para secos), puede dirigirse a cenar en alguno de los carritos apostados sobre la costanera del Río San José (barrio Picada de las Tunas)
· Cuando uno va al vestuario del Edprin, puede dirigirse a cenar unos panchos a un puesto en el que también se venden chancletas…

Las pruebas son elocuentes, me niego a que afirmen que el EDPRIN ES UN CABARULO. Es una falta de respeto y rompe con el código nocturno que caballeros andantes como yo defendemos. Yo diría que más que un queco, el EDPRIN ES LA JAULA DE LAS LOCAS.